Anteriormente escribí sobre la multidisciplina que se exige tanto a estudiantes como a profesionistas para destacar en las actividades que realizan, y no he cambiado de parecer; aunque si esto no es medido puede tener sus complicaciones.
Quienes están inmersos en el mundo laboral conocerán un poco más sobre el término multitasking, que no es nada del otro mundo y acostumbramos a serlo, aunque en ocasiones se abusa de ello. El término refiere a la acción de realizar más de una actividad en un mismo tiempo.
Leyendo sobre el tema, encuentro en varios escritos que la Universidad de California (UCLA) realizó un estudio en el que se comprobó que al realizar más de una acción en el mismo tiempo existe un conflicto en nuestro cerebro al tratar de hacer con eficiencia ambas cosas, lo cual repercute en nuestra efectividad para cumplir nuestras tareas, pues al consumir energía en mayor grado uno se fatiga más rápido.
Considero que se debe contar con la capacidad de poder desempeñarse en varios ámbitos profesionales (me parece aburrido hacer lo mismo día a día creando una rutina), pero se deben priorizar las actividades para no generar conflictos mentales que más tarde puedan complicarse aún más.
Entonces, ¿ser o no ser multitasking?
Cada uno conoce sus habilidades y destrezas; en ocasiones depende de las instrucciones de tus superiores o las exigencias de la orden del día; o también de los “bomberazos” que llegan cuando lo que te falta es tiempo. Tener una buena administración de nuestro tiempo y jerarquizar las actividades nos permitirá entregar excelentes resultados, no tratemos de hacer todo en un instante, cada encomienda requiere dedicación.
La razón es la solución a todos los problemas. Saber pensar, para saber hacer.